El arte de copiar y las chuletas
Bien utilizada, una chuleta puede conseguir que un 0 en la nota del examen se convierta misteriosamente en un 5. Ahora bien, mi recomendación es estudiar la mitad de toda la información necesaria y llevar anotada la otra mitad de la materia en papel.
¿Por qué? Es muy sencillo, el arte de copiar es tratar de engañar al profesor y hacerle sentir que eres el "sheriff" de tu clase y que dominas todo el temario como si hubieras nacido en medio de las guerras otomano-bizantinas y tú hubieras escrito la historia.
Si el profesor duda de tus conocimientos es posible que fije demasiado tiempo la mirada sobre ti y no te deje copiar, con lo que cada vez estaremos más nerviosos y amigos, él se dará cuenta de que tú no escribes y de que no tienes ni idea.
Lógicamente, durante el ejercicio, en algún momento os llegará la inspiración, a base de mirar la chuleta claro. El profesor o profesora, siempre alerta, os mirará y esperará a que cometáis un error, es en este punto dónde tú dejaras de mirar tu maravilloso papel arrugado y sudado. Habéis firmado vuestra sentencia de muerte, tu maestro, hasta hoy humano, acaba de ascender al rango "maestro super sabio", le acaban de salir alas y una especie de aura blanca le ilumina el cuerpo y telepática mente os envía este mensaje:
!Vaya! !Se le habrá olvidado la materia de repente, que cosas!
Acabáis de cometer un grave error. Habéis hecho que vuestro profesor dude de vuestros conocimientos, habéis activado la alerta roja y desplegado los cazas f-18 en un radio muy pequeño, tu mesa y alrededores. Estáis en estado de sitio, la única forma de poder seguir copiando es que algún compañero o compañera tenga un ataque de asma o en su defecto, que el suelo empiece a temblar y brote lava entre los pies de todos los alumnos.
De ahí que la finalidad de las chuletas sea intentar llegar al aprobado, como un "help me" de última hora, no un intento absurdo de sacar un 5 sin a ver estudiado. Las chuletas sirven para contestar preguntas puntuales, no para responder a todos los sucesos entre los siglos XII y XV.
He de decir que existen casos de aprobados habiendo llegado a última hora sin duchar y con un aliento a whisky terrible. Pero como todo en la vida, son casos aislados en los que otros factores, como la pena, influyen a la hora de corregir el examen.
Mi consejo de hoy, estudiar la mitad y llevar la otra mitad en papel, así jugaremos al despiste.