Educación Sexual: La importancia de la parte emocional
En primer lugar hay que dejar claro que la educación sexual no tiene que ver únicamente con el sexo sino con la sexualidad, la cual está presente en nuestra vida desde que nacemos y está íntimamente unida a aspectos afectivos, biológicos y sociales. Es por ello que desde edades muy tempranas debemos trata el tema con nuestros hijos, de manera paulatina y ajustándonos a su nivel de desarrollo. Pero es importante que se haga siempre desde un punto de vista positivo, que se transmita a los hijos que la sexualidad es una fuente de placer y afectividad y constituye una parte importante de la comunicación humana.
Con frecuencia el tema se aborda desde una perspectiva negativa, sobre todo al hablar con adolescentes y jóvenes. Las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos no deseados o la edad adecuada para la primera relación sexual son temas recurrentes.
Si a esto unimos unos principios religiosos o morales muy fuertes, que ven el sexo como algo sucio y pecaminoso, sólo conseguiremos infundir miedo y convertir el placer en un tema tabú. Este tipo de ideas no ayudan a que los jóvenes se desarrollen positivamente en el ámbito sexual, por el contrario hacen que se sientan perdidos y acaben guiándose por lo que perciben en los medios de comunicación. Esto significa que entenderán el sexo como algo desvinculado de la afectividad, donde lo fundamental el satisfacer el propio placer, donde las personas se cosifican y no importan sus sentimientos y emociones.
Para que esto no ocurra y proporcionemos a nuestros hijos una buena educación sexual, ¿En qué puntos debemos centrarnos?
Responsabilidad
Hay que reforzar la capacidad de nuestros hijos para tomar decisiones, lo que conlleva aceptar las consecuencias de sus actos. Es mejor esto que hacer hincapié en las normas y límites.
Autoestima
Es fundamental potenciar la autoestima en los hijos pero es especialmente importante en la adolescencia, ya que debido a los cambios físicos y psicológicos que tienen lugar en ellos es fácil que pierdan confianza en ellos mismos. Debemos ayudarles a quererse, a respetarse y a cuidarse.
Respeto
El respeto a ellos mismos y a los demás es algo esencial que hay que transmitir. Sólo desde el respeto se podrán establecer relaciones afectivas sanas y positivas.
Expresar los Sentimientos
Es muy importante ayudar a nuestros hijos a aceptar y expresar sus sentimientos. Para ello hay que crear un entorno familiar de sinceridad y comprensión, de esta forma ellos podrán plantear dudas y se sentirán apoyados. La sexualidad debe entenderse como algo natural evitando caer en prejuicios y estereotipos.