
¿Está Internet en contra de la educación?
Nadie se puede cuestionar en la actualidad la infinidad de ventajas que ha supuesto este gran avance, sin embargo, y centrándonos en la educación infantil, ¿ha supuesto la facilidad de acceso a Internet alguna desventaja?
La vida de los niños y niñas, también de los adolescentes, de los jóvenes en general de hoy en día han cambiado en gran medida con respecto a la de hace aquellos que vivieron hace sólo 20 o 25 años atrás.
Desde muy pequeños están familiarizados con los dispositivos electrónicos y con el acceso a Internet, utilizándolos para jugar, entretenerse, investigar y aprender. Este cambio en la forma de aprender de los más pequeños supone un cambio en las habilidades y capacidades que desarrollarán y potenciarán en su aprendizaje. Mientras que antiguamente se potenciaba en los niños la imaginación, la investigación y la búsqueda de información por su cuenta, hoy se desarrolla mas la habilidad de síntesis, la rapidez y la capacidad de realizar muchas tareas a la vez.
Estas capacidades son muy positivas y útiles desde el punto de vista laboral, donde suele priorizarse el trabajo rápido por encima del trabajo bien hecho. Las personas temprana edad aprenden a desenvolverse en este mundo tecnológico y frenético, basado sobre todo en la gran velocidad de flujo de información.
Sin embargo, la educación tiene también que proveerlos de una capacidad de esfuerzo personal y profundización en los conocimientos. Si desde pequeño no se aprende a reflexionar y a profundizar en las ideas, difícilmente la persona va a poder desarrollar un pensamiento crítico personal, quedándose solo en la parte superficial de los conceptos.
Es esencial que se adquiera capacidad de investigar, de buscar de forma personal los hechos y datos, lo cual muchas veces es difícil debido a la facilidad para acceder a la información en la red. Este es probablemente el gran problema de la llamada era de la información. El fácil acceso a ella no conlleva personas más sabias y con mayor conocimiento debido a que no hay espacio para la capacidad de búsqueda y reflexión personal.