El plan Bolonia en España: Aspectos positivos y negativos

El proyecto de Bolonia tiene como objetivo principal unificar los criterios educativos universitarios en todos los centros europeos, lo cual es una gran ventaja tanto desde el punto de vista estudiantil como laboral. Pero la implantación de este plan ha traído consigo también algunos cambios no tan beneficiosos, por lo que cuenta con bastantes detractores. A continuación pasamos a analizar los puntos positivos y negativos que ha supuesto el proyecto Bolonia en España.

ASPECTOS POSITIVOS

Adecuación de los estudios a nivel europeo. Esta es sin duda la principal ventaja del plan Bolonia, puesto que facilita enormemente la movilidad de los estudiantes dentro de la comunidad europea y también, de cara al mundo laboral, dota a las titulaciones de validez y reconocimiento en Europa. El acuerdo europeo determina que debe existir una titulación de grado (de carácter general) y una de máster (especialización) y que la unidad de medida de los estudios deben ser los ETCS (European Credit Transfer System).
Mayor participación y responsabilidad del alumno. El nuevo modelo de estudios exige al alumno una mayor implicación, ya que el método de calificación no se centra únicamente en la realización de exámenes, sino que se lleva a cabo una enseñanza más práctica e individualizada (a través de la realización de trabajos, talleres, seminarios,...).

Realización de prácticas obligatorias. El plan Bolonia determina que en la mayoría de las carreras se deban realizar prácticas como parte de la formación. Ya existía anteriormente la posibilidad de realizar prácticas en empresas, pero el hecho de hacerlas obligatorias asegura a los alumnos un contacto con el mundo laboral que les será muy útil para su posterior formación.

ASPECTOS NEGATIVOS

Reducción de conocimientos. Al pasarse a evaluar con créditos ECTS, que tienen en cuenta el trabajo personal del alumno, se ha reducido en gran medida la cantidad de conocimientos teóricos impartidos. Aunque es valorable que el alumno aprenda por su cuenta, en la universidad es esencial el aprendizaje teórico, el cual se ha visto claramente reducido.
Encarecimiento de los estudios. Debido a que ha cambiado el modelo de titulaciones, las anteriores licenciaturas (de 5 años de duración) ahora equivalen a 4 años de grado y a un año de máster. El máster tiene la particularidad de no estar subvencionado por el estado español, teniendo un precio elevado, por lo que el coste total de los estudios es superior a lo existente anteriormente.

El Plan Bolonia, un beneficio que algunos critican y otros apoyan

Tras 10 años de la incorporación de España al Espacio Europeo de Educación Superior  (EEES), más conocido como Plan o Proceso de Bolonia, no se ha cumplido su objetivo principal, el cual es la internacionalización. Sin embargo, si se han obtenido grandes mejoras a la hora de adaptar a los estudiantes a al mercado laboral.

Se trata de una declaración de la Unión Europea (UE) con competencias en materia de educación, creada en 1.999 en la ciudad de Bolonia, Italia, con el objetivo de modernizar el sistema universitario, facilitando el intercambio de estudiantes, que incluye, no solo a los países de dicha comunidad internacional sino también a Rusia y Turquía.

En el curso 2008-2009 la firma hizo que los grados sustituyeran a las licenciaturas y diplomaturas e impulsaron los másteres y doctorados, a través de las reformas que proclama, entre otras cosas, los principios básicos del acuerdo; tales como: Libertad en investigación y enseñanza, selección de profesorado, garantías para el estudiante e intercambio entre universidades.

Gracias a esos cursos el porcentaje de créditos aprobados del total de matriculados en las universidades europeas fue del 63,8 %. Siete cursos después, en 2015-2016, este rendimiento se elevó hasta un 78,5 %.

Según estudios, en el caso de España, desde el inicio del plan, un 27 % a criticado el proceso, siendo un índice mayor al número de personas que lo aprueban. Entre los desertores del acuerdo se encuentra el movimiento asambleario universitario, quien asegura que el plan no “representa los intereses de los alumnos”.

La iniciativa anti-Bolonia, llamada así por el movimiento, ha realizado varias protestas “creativas” en las que incluye, encierro de las facultades españolas y  marchas en las vías públicas con pancartas donde se leen mensajes de rechazo. Pero no fue sino hasta del 2008 al 2009 (año en que se sustituyeron los grados) cuando este se convirtió en un movimiento crítico importante.

La corriente opositora también afirma que dentro de las casas de estudios hay falta de incentivos, precios elevados de los grados y una excesiva burocratización en comparación con otros sistemas universitarios europeos.

Del otro lado de la lista, se encuentran los grupos de profesores y estudiantes que se han pronunciado a favor de la firma. Entre los jóvenes que aprueban la reforma se encuentra la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de 20 de las 45 Universidades Públicas (CREUP), quien ha acusado al movimiento anti-Bolonia de “manipular” las opiniones de los alumnos.

A juicio de los que están a favor, dicen que las universidades españolas han hecho un gran esfuerzo por surgir, pese a sufrir, entre los años 2010 y 2015 una pérdida de 1.000 millones de euros en financiamiento y más de 10.000 en recursos humanos, es decir, se retiraron de las universidades alumnos, profesores y administradores.

No solo los jóvenes apuestan a que se siga implementando el acuerdo, también hay países que quieren ser incluidos en el Proceso de Bolonia. Sin embargo, en la actualidad no han recibido respuestas por parte de los creadores. Las naciones son: Kirguistán, República Turca del Norte de Chipre, Israel y Kósovo.