Ampliar conocimientos para mejorar nuestro perfil profesional
Y esto no sólo es válido para los jóvenes estudiantes, sino que nos atreveríamos a decir que es también imprescindible para cualquier profesional cualificado ya integrado en el mercado laboral.
La formación continua se convierte en una fórmula esencial para dar un impulso a esa empleabilidad en un mercado laboral tan competitivo como es el actual. En este aspecto, tanto organismos públicos como las propias empresas llevan a cabo acciones que sirven para desarrollar capacidades en los trabajadores o en las personas que están en búsqueda activa de empleo, consiguiendo prepararlas y potenciarlas para las necesidades de los puestos de trabajo más demandados.
¿Qué oportunidades hay para mejorar la formación y empleabilidad?
Más allá de los estudios reglados, especialmente los de formación profesional, que llevan años aportando personal altamente cualificado al mercado laboral, existen otras muchas vías formativas igualmente útiles.
Unos de los cursos de formación más demandados a nivel nacional son los que organiza el SEPE para personas desempleadas y para profesionales que quieren reciclarse, mejorar su perfil y poder optar a mejores puestos en su empresa.
Estos cursos, que en breve pasarán a conocerse como Cursos Agencia Española de Empleo tras la renovación del sistema de empleo publico que se pone en marcha en este año 2022, cubren prácticamente todos los sectores, siendo especialmente interesantes los enfocados hacia las nuevas tecnologías y a la asistencia social y sanitaria.
También existen otras capacitaciones organizadas a nivel privado por academias, centros de formación y por las propias empresas, que si bien tienen una menor acogida entre los trabajadores, fomentan igualmente el aprendizaje y las nuevas experiencias laborales. Igualmente, los sindicatos de trabajadores también ofrecen formaciones, aunque estas habitualmente tienen un menor nivel.
¿Qué es lo más importante a la hora de elegir una formación laboral?
En primer lugar, es básico formarse en un ámbito en el que nos sintamos cómodos. Elegir algo que nos guste no solo facilitará el proceso de aprendizaje, sino que también hará que nuestro futuro trabajo basado en lo aprendido sea también más ameno. Es mucho mejor trabajar en algo que nos resulte interesante que en algo que nos resulte tedioso y aburrido.
Por otra parte, hay que seleccionar también el lugar donde nos dirigimos para recibir formación. Los organismos públicos llevan décadas desarrollando profesionales con un elevado índice de inserción laboral, por lo que suele ser un acierto optar por esta vía. En el lado negativo está el hecho de que, al ser cursos muy demandado es más difícil poder acceder a ellos y es habitual tener que cumplir ciertos requisitos para dicho acceso.
Otro factor muy importante a la hora de seleccionar el centro de formación más apropiada es consultar el temario del curso y comprobar si incluye prácticas profesionales en una empresa tras la finalización de la parte teórica. Estas prácticas son realmente un trampolín para acceder de forma rápida a un puesto de trabajo directamente relacionado con la formación realizada. Una gran parte de las personas que realiza prácticas termina siendo contratada por la misma empresa.
Así pues, si queremos mejorar nuestro perfil profesional, ya hemos visto que hay que ser conscientes de que no debemos acomodarnos y pensar que ya tenemos suficiente conocimientos. Hemos de estar en un aprendizaje constante, poniéndonos al día de todas las novedades de nuestra profesión y dedicando tiempo a la propia formación. Y para esto, por suerte, las opciones son muchas.