Rasgos específicos que el profesor debe cumplir para ser un buen profesor
Cuando le preguntamos a un alumno que es lo que espera de sus profesores, de manera inmediata aparecen muchas respuestas, pero las que predominan mayormente son: "un buen profesor siempre debe tener buen ánimo y sentido de humor", acompañado por la sabiduría y la coherencia. En definitiva la emoción en la enseñanza y aprendizaje es de gran importancia, además del afán por hacer unir el entretenimiento con el conocimiento, o lo que es igual hacer conciliar el cerebro emocional con el racional.
En este sentido, el profesorado no debe estar al margen de lo que el alumnado opina con respecto a los procesos de enseñanza, o no tener en cuenta ciertas particularidades, ni ser flexible de acuerdo a las diversidades, porque de la atención que se brindan a estos aspectos surgen las mejoras y modificaciones en los sistemas educativos para entender las necesidades del alumno y brindarle una mejor educación donde se sienta a gusto y pueda sacar su máximo potencial intelectual.
Existen un conjunto de rasgos específicos que el profesor debe cumplir para encajar en lo que consideramos la educación del futuro, la buena educación, y poder hacer clic con los alumnos, de manera que los dos puedan sentirse cómodos.
Estos rasgos son:
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Debe conocer la materia que imparte, informarse y reflexionar sobre ella: el profesor debe identificar la importancia de ese estudio. Esto le permitirá estructurar sus clases, lo que evitara que en sus clases se pierda la secuencia de los temas o se divague, además de que optimizara la atención del alumnado.
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Debe inspirar: debe motivar alumno y brindarle luces que lo ayuden a surgir con entusiasmo. Esto fomentara el buen aprendizaje significativo. Además activara un contagio emocional en el aula que despierta también el aprendizaje por imitación.
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Da autonomía: fomenta en el alumno el valor de hacerse responsable de su desarrollo intelectual, despertando en este la curiosidad para facilitar una atención necesaria proporcionada por la emoción.
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Propone retos: debe identificar la fortaleza de sus alumnos y estimularla proponiendo retos que le permitan ver en sí mismo sus capacidades.
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Acepta sus errores: el fallar forma parte del aprendizaje, y esto debe ser aceptado de manera natural.
- Un profesor debe tener sobre todo vocación por educar, amor y pasión por lo que hace, ya que se trata de una gran responsabilidad social que tiene trascendencia. Y para la mejora de la práctica de la enseñanza es sumamente importante la opinión de los alumnos, ya que en ellos son el reflejo de lo que el profesor puede ofrecerles.
"Un aprendizaje sencillo o complejo dará como resultado al hombre de mañana"