¿Cuál es el tiempo óptimo para el estudio?
Sin embargo sabemos que inmediatamente después de una experiencia de aprendizaje la memoria es extremadamente volátil y se pierde fácilmente. Es como buscar un número en la guía telefónica: si está pensando en otra cosa al mismo tiempo, es posible que tenga que buscar el número nuevamente antes de que pueda marcarlo. Dependiendo del ambiente escolar, puede sucederse este tipo de problema.
Un objeto de aprendizaje puede ser seguido inmediatamente por otro, y la sucesión de dicha nueva información tiende a borrar el recuerdo de las precedentes.
Investigadores han declarado que la repetición mejora la retención a largo plazo. Esto ocurre porque cada vez que consultamos algo en nuestra memoria, tiene que ser re-memorizado y cada acción de re-memorización fortalece la memoria.
Aunque no se han definido los intervalos óptimos, la investigación confirma la importancia de ejercitar la memoria en tiempos espaciados. Sin duda, la naturaleza de la información, el volumen, la eficacia de la codificación inicial, la primera vez que memorizamos la información y la variabilidad individual de cada persona afecta en el intervalo óptimo para el aprendizaje.
Un estudio reveló que la recuperación repetida de la información aprendida con intervalos largos produjo una mejoría del 200% en la retención a largo plazo.
El resultado final:
El momento óptimo para revisar una experiencia recién aprendida es justo antes de olvidarla. Obviamente, por lo general no sabemos cuando esto ocurre, pero en general la gran mayoría de olvido se produce dentro de los primeros días después de aprender. Como regla general, se puede sospechar que unas pocas repeticiones desde el principio debe ser útil para codificar completamente la información y el inicio de un proceso de consolidación robusta. Así, por ejemplo, después de cada clase un estudiante debería recordar rápidamente la materia, por lo que sería importante hacer un repaso a la noche. También sería muy importante revisar de nuevo antes de la próxima clase.
Los maestros suelen ayudar en este proceso mediante la vinculación de la siguiente lección a la anterior.
Ciertas prácticas reducirán la cantidad de tiempo necesario para el estudio y el grado de formación de la memoria a largo plazo. Éstas incluyen:
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No posponer las cosas. ¡Hazlo ahora!
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Organizar la información de manera que tengan sentido (esquemas, mapas conceptuales).
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Identificar lo que se debe aprender de memoria y lo que no.
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Atención. No lo hagas multi-tarea. No hay música, teléfonos celulares, la televisión o la radio, o distracciones de ningún tipo.
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Asociar con las cosas que ya conoce.
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Palabras asociadas con imágenes mentales e imágenes enlazan con ubicaciones, o en las cadenas de la historia.
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Analizar la información en diferentes contextos.
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Estudiar los pequeños apartados de la materia en intervalos cortos.
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Diga en voz alta lo que está tratando de recordar.
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Practicar poco después de aprender.
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Explique lo que está aprendiendo a otra persona. Trabajar con grupos de estudio.
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Autoexámen. No se limite a "mirar por encima" el material.