Cursos de PRL: qué tipos existen y cuál necesitas según tu sector

¿Sabías que más del 85% de los accidentes laborales podrían prevenirse con la formación adecuada en Prevención de Riesgos Laborales (PRL)? Esta estadística, recogida por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, deja claro que la capacitación en PRL no es un trámite, sino una inversión en seguridad, productividad y bienestar.

En esta guía, descubrirás qué tipos de cursos de PRL existen y cómo elegir el más adecuado según tu sector profesional. Si eres trabajador, autónomo o responsable de RR.HH., aquí encontrarás ejemplos, requisitos y consejos prácticos para cumplir con la normativa y, sobre todo, proteger la salud en el trabajo.

Al terminar de leer, sabrás exactamente qué curso de PRL necesitas, dónde puedes formarte rápidamente con un curso en PRL 60 horas y qué beneficios obtendrás, evitando multas y mejorando tu perfil profesional

Tipos de cursos de PRL: clasificación y características

La Prevención de Riesgos Laborales abarca formaciones adaptadas a las condiciones de cada actividad profesional. No todos los trabajos implican los mismos peligros, por eso la ley establece distintos niveles y especializaciones.

Según el nivel de formación

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales contempla distintos niveles de capacitación, en función de la responsabilidad que asuma cada trabajador dentro de la empresa. No es lo mismo recibir unas nociones básicas para identificar riesgos en una oficina, que contar con la preparación necesaria para dirigir un servicio de prevención.

En primer lugar, está el curso básico de PRL, de unas 50 horas. Su objetivo es proporcionar al trabajador una visión general de los riesgos más habituales y de las medidas necesarias para prevenirlos. Suele ser la formación indicada para empleados de oficina, pequeños comercios o negocios de hostelería, donde no se realizan tareas con un nivel de riesgo elevado.

Un paso más avanzado lo constituye el curso intermedio de PRL, con unas 300 horas de formación. Aquí se profundiza en la evaluación de riesgos y en la aplicación de medidas preventivas de forma más especializada. Es la opción recomendada para mandos intermedios, responsables de equipo o técnicos auxiliares, que deben velar por la seguridad no solo propia, sino también de las personas a su cargo.

Por último, se encuentra el curso superior de PRL, con una duración de 600 horas. Está dirigido a técnicos superiores y responsables de los servicios de prevención, ya que les capacita para gestionar de manera integral la seguridad en la empresa. Este nivel de formación no solo implica conocimientos técnicos, sino también competencias de liderazgo y gestión, esenciales para coordinar planes de prevención a gran escala.

Os dejo el resumen de cada formación a continuación: 

Curso básico de PRL (50 horas)

  • Objetivo: Capacitar para identificar y prevenir riesgos comunes.

  • Destinatarios: Trabajadores que no realizan funciones preventivas complejas.

  • Ejemplo de aplicación: Oficinas, comercios, hostelería básica.

Curso intermedio de PRL (300 horas)

  • Objetivo: Profundizar en la evaluación de riesgos y la aplicación de medidas preventivas.

  • Destinatarios: Mandos intermedios, responsables de equipos, técnicos auxiliares.

Curso superior de PRL (600 horas)

  • Objetivo: Formar a técnicos superiores y responsables del servicio de prevención.

  • Destinatarios: Profesionales que asumen la gestión integral de la prevención en la empresa.

diferentes tipos de trabajadores necesitan prl 2025 

Según el sector profesional

Cada sector de actividad presenta riesgos muy distintos, y por ello la formación en prevención debe adaptarse a esas particularidades. No es lo mismo trabajar en una obra de construcción, donde existen peligros evidentes como caídas o el uso de maquinaria pesada, que desempeñar tareas en una cocina profesional, donde los accidentes suelen estar relacionados con cortes o quemaduras.

En el ámbito de la construcción, por ejemplo, la normativa obliga a realizar la formación de segundo ciclo. Bien cursando acciones formativas presenciales de 20 horas, distribuidas en 14 troncales y 6 específicas, lo que permite que, si un trabajador dispone previamente de una formación de 20 horas, pueda hacer la formación de otro oficio cursando únicamente las 6 horas específicas de la nueva actividad, o bien realizando la formación de nivel básico de 60 horas de PRL que deberán impartirse de forma presencial o mixta (40 horas de teleformación y 20 horas presenciales) más las 6 horas específicas de oficio. Esta formación es imprescindible para albañiles, electricistas, encofradores y cualquier otro profesional que desarrolle su labor en una obra.

La industria y la fabricación presentan otro tipo de riesgos, como la manipulación de productos químicos, la exposición continuada a ruidos o el uso de herramientas de corte. En estos casos, lo más recomendable es un curso de PRL específico para metalurgia o fabricación mecánica, que ofrece pautas concretas para reducir los accidentes más comunes en talleres y plantas de producción.

En sectores de servicios también hay riesgos que no deben pasarse por alto. En hostelería, los trabajadores se enfrentan a caídas en cocina, quemaduras o cortes durante el servicio, por lo que se aconseja un curso básico adaptado al sector. En el área de la sanidad, en cambio, la formación se centra en la exposición a agentes biológicos, el estrés laboral o las lesiones musculoesqueléticas derivadas de la atención a pacientes, con cursos diseñados específicamente para hospitales y centros sanitarios.

Por ejemplo, en transporte y logística la prioridad está en la prevención de accidentes de tráfico y en la correcta manipulación de cargas. Aquí, los cursos de PRL van dirigidos a conductores profesionales y operarios de almacén, ayudándoles a trabajar de forma más segura en entornos que combinan vehículos, maquinaria y esfuerzo físico.

Preguntas frecuentes sobre cursos de PRL

Una de las dudas más habituales es si los cursos de PRL son realmente obligatorios. La respuesta es clara: Sí lo son. La Ley 31/1995 establece que toda persona trabajadora debe recibir formación en prevención de riesgos adaptada a su puesto. No se trata de una opción, sino de una obligación legal que busca proteger tanto al empleado como a la empresa frente a posibles accidentes y sanciones.

Otra cuestión que suele generar incertidumbre es la vigencia de los títulos. En principio, los cursos de PRL no tienen una fecha de caducidad, por lo que el diploma conserva su validez a lo largo del tiempo. Sin embargo, muchos expertos recomiendan actualizar la formación cada tres o cinco años. De este modo, se incorporan las novedades normativas y se refrescan los conocimientos, algo especialmente útil en sectores donde los riesgos cambian con rapidez.

También es frecuente preguntarse si es posible realizar estos cursos de manera online. En la mayoría de sectores, la formación a distancia está permitida y resulta muy práctica para quienes necesitan compaginarla con el trabajo. No obstante, conviene tener en cuenta que en ámbitos como la construcción o la industria metalúrgica la normativa exige que parte de las horas formativas se desarrollen de forma presencial. La razón es evidente: hay prácticas de seguridad que solo pueden adquirirse en un entorno real.

Consejos para elegir el curso de PRL adecuado

  • Analiza los riesgos de tu puesto antes de matricularte.

  • Verifica que el centro esté homologado y que el diploma sea válido en tu sector.

  • Compara contenidos: algunos cursos incluyen módulos extra muy útiles.

  • Consulta con tu empresa: en muchos casos, ellos cubren el coste.

La formación en Prevención de Riesgos Laborales es mucho más que un requisito legal: Es una herramienta clave para trabajar con seguridad, confianza y profesionalidad. Ahora que conoces los distintos tipos de cursos de PRL y cómo elegir el que mejor se adapta a tu sector, el siguiente paso es actuar.

Busca un centro homologado, reserva tu plaza y conviértete en un profesional que no solo cumple la ley, sino que cuida de sí mismo y de los demás.