La educación nos hace libres
Hoy, mientras nos preparamos para convertirnos en un planeta de 8 mil millones de personas, ¿estamos mejor que hace milenios? Por supuesto, el acceso a las necesidades básicas de la vida nunca ha sido tan fácil. La electricidad, los alimentos y la higiene de los refugios han mejorado considerablemente la calidad de nuestras vidas.
Pero ahora nos toca combatir la mediocridad, y como bien describe el escritor español Javier Busquets en su novela, debemos combatir ese elemento que nos separa de nuestras conquistas diarias, que pone trabas en la creación de mejores sociedades, para así desarrollar virtudes y alcanzar la sensación de libertad.
La definición clásica de educación es "el proceso de recibir o dar instrucción sistemática, especialmente en una escuela o universidad". Pero la educación es mucho más que eso. Es un proceso de aprendizaje continuo que se puede adquirir en cualquier lugar, en cualquier momento y a cualquier edad. Es el derecho fundamental de todo ciudadano porque promueve el empoderamiento y asegura beneficios para el desarrollo. La educación se puede utilizar para mejorar la sociedad, ya que ayuda a mejorar las condiciones sociales y económicas en los sectores marginados de la sociedad. ¿Si nos olvidamos de vivir, nos olvidamos de progresar, que será de nosotros?
La educación nos hace mejores ciudadanos al enseñarnos cómo conducirnos a lo largo de la vida siguiendo reglas y regulaciones y dándonos un sentido de conciencia. Nos da más confianza para salir y lograr cosas, aprender idiomas, conocer gente, en definitiva vivir y ser mejores. Muchos gobiernos de todo el mundo han reconocido la importancia de la educación como herramienta para mejorar el progreso y hacer del mundo un lugar mejor.
La educación difunde la conciencia
La fe ciega y las supersticiones son las que atascan a la sociedad. Las personas engañadas por creencias falsas hacen más daño que bien a la sociedad. La educación nos ayuda a cuestionar, nos da una mente analítica y nos ayuda a rechazar las supersticiones. Una mente educada pide lógica y razonamiento científico detrás de todas las acciones, y las acciones lógicas traen desarrollo y superación, tanto a nivel de sociedad como a nivel personal.
Nos ayuda a enfrentar el bien y el mal
La educación ayuda a reducir la tasa de criminalidad. Eso se debe a que los educados pueden diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal. La investigación ha demostrado que aumentar la tasa de finalización de la escuela secundaria en solo un 1 por ciento para todos los hombres de entre 20 y 60 años ahorraría a los EE. UU. Hasta $1.4 mil millones por año en costos reducidos del crimen. Esto también es válido para otras regiones.
Ayuda al progreso
Una mejor educación abre una serie de oportunidades y esto es especialmente relevante en los tiempos en que vivimos, donde la tecnología y la educación aseguran que las oportunidades no estén limitadas por la geografía. ¿Escribir una novela? Tal vez, nadie te lo impide.
Nos da un estilo de vida más saludable
Las personas que han recibido una educación reglada tienden a vivir más y tener más ambición por conquistar sus propios deseos. Por ejemplo, una investigación realizada en países de la OCDE de Europa central ha demostrado que un hombre de 30 años con educación terciaria puede esperar vivir ocho años más que un hombre de 30 años que no ha completado la educación secundaria. En cuanto a retos personales, una persona con herramientas (educación, idiomas...) siempre va a tener un porcentaje mucho más alto de éxito.
Nos ayuda a ser más productivos
Es un hecho bien conocido que cuantas más titulaciones tengas, mejor será tu desempeño económico. Existe una conexión profunda entre la educación y la productividad y en esta era de alta competencia en todo momento, la educación es lo que te ayudará a destacar y, posteriormente, a prosperar, profesional y personalmente.
¡Conquista tu entorno laboral, pero no olvides tus necesidades personales!
No existen fronteras
La educación y la conectividad digital han ayudado a lograrlo. La educación ha brindado a los estudiantes de todo el mundo oportunidades para conectarse y comunicarse y trabajar para construir un futuro mejor y un mundo mejor. Por ejemplo, un profesor en España puede ayudar a inspirar a un estudiante en Afganistán a estudiar y viajar por el mundo, ayudarse a sí misma y a toda una generación después de ella, a llevar una vida mejor, viajar y disfrutar de una vida libre.
Empoderamiento
La educación ayuda a convertir la debilidad en fortaleza. La educación nos da la confianza para defendernos. Mejora nuestra capacidad de toma de decisiones, nos hace móviles y nos da acceso a las redes sociales. Numerosas investigaciones han demostrado que en países donde las mujeres están sujetas a prejuicios de género, la educación las ayudó a enfrentarse a la violencia conyugal, mejoró sus capacidades de toma de decisiones y las ayudó a hacerse cargo de sus propias vidas.