Cómo trabajar con niños y adolescentes rebeldes
Hoy os daremos unos consejos útiles para abordar estos problemas tan habituales.
¿Por qué se producen las malas conductas?
Las malas conductas y trastornos de comportamiento suelen ocasionarse por situaciones de riesgo generadas tanto en entorno personal como en el familiar.
Motivos personales: Trato agresivo, hiperactividad, dispersión o falta de atención, pobre rendimiento académico, pérdida de respeto hacía todas las autoridades...
Motivos familiares: Desobediencia por ausencia de control familiar, falta de dedicación familiar, ruptura familiar o similar o bajo nivel económico.
¿Cómo cambiar el desafío al respeto?
Cuando le pido a mi hijo adolescente que haga algo la respuesta no suele ser la esperada. ¿Cómo hago para que mi hijo actúe con respeto?
La falta de respeto es frustrante: tras un comentario absurdo e incoherente por parte de nuestra hija todos nos quedamos con la misma expresión en la cara. nos preguntamos, ¿Acaso me dijo eso? Pero no puedes obligar a tus hijos a actuar con respeto sin primero a ver asentado las bases para una comunicación correcta. Prueba primero estos 3 consejos:
¿Cómo trabajar ante malas conductas desde un enfoque constructivo?
Demuestrale respeto en tus interacciones, tanto con preadolescentes como con adolescentes. Es básicamente la regla de oro en una relación entre padres e hijos. Mira la diferencia entre los siguientes dos ejemplos:
- Padre irrespetuoso: ¿Por qué no has realizado tus tareas? ¡Ya son las 7! ¡Vas a suspender tu examen de matemáticas mañana! ¡Siempre igual!
- Padre respetuoso: Oye, sé que este videojuego es muy divertido, por lo que es posible que hayas perdido la noción del tiempo. Son las 7 en punto, que es el momento en que acordamos que comenzarías tu tarea. Recuerdo que tienes un examen de matemáticas mañana.
Y no son solo las palabras, sino las formas y el tono. Así que no grites desde la habitación contigua mientras juegas en tu móvil, la comunicación es necesaria en una relación. Ve a la habitación, hazte fuerte con contacto visual y dilo con suavidad y espera la respuesta. Probablemente nunca escucharás "Oh, gracias querida madre por tu amable recordatorio", pero puede mostrar un gruñido de acuerdo y alguna acción real a partir del segundo enfoque, en lugar del habitual comentario absurdo.
Incluye a tus hijos en la creación de soluciones para situaciones de falta de respeto crónica. Si realizas los mismos intentos molestos noche tras noche, cítales a una reunión. Siéntate con ellos y explícales el problema con calma. Pídeles que piensen en algunas soluciones. De esta manera estás mostrandoles respeto y escuchándolos de verdad y haciéndolos socios en la solución.
Por ejemplo, digamos que tu hija está constantemente luchando para comenzar su tarea. Dile: "Oye, hemos estado teniendo batallas diarias sobre cuándo comenzar tu tarea y no está funcionando para ninguno de los dos. Creo que deberías comenzar tu tarea a las 7, pero a menudo estás ocupado con otra cosa. ¿Cómo podemos solucionar esto?"
Luego, desate otra sorpresa: deje que su hijo exprese sus quejas (con respeto). Probablemente odie cuando le gritas o la llamas perezosa, aun con razón. Tal vez lo único que necesite es un poco más de descanso después de la escuela. Por último sorprendela con una tercera sorpresa: sugierele que ambos deben de trabajar para cambiar.
Una vez que hayas encontrado una solución de mutuo acuerdo (por ejemplo, dar una advertencia de recordatorio a las 19:00h. para que ella vaya terminando lo que está haciendo y comience la tarea para las 7:15), anótela. De alguna manera, poner el acuerdo en papel lo hace más real, más sólido para todas las partes.
Finalmente, tenéis que aceptar lo que sucederá si el acuerdo se rompe en cualquiera de los lados (¡no solo debe haber negativos para su hijo!) Si le grita porque no realiza la tarea por ejemplo, tendrás que colocar 10€ en un frasco que tu hijo recibirá cuando haga su tarea. Si su hijo no ha comenzado la tarea para las 7:15, pierde un entrenamiento de fútbol o natación, por ejemplo. Publique el acuerdo en el frigorífico para hacerlo notar, manténgalo y luego trabaje para alentar la cooperación.
Elogia a tu hijo o hija cuando muestre respeto, muestrale respeto e interés por su actitud.
Tienes que ser específico en tus elogios. Por ejemplo: “Muchas gracias por sostener la puerta para esa mujer con el carrito. Has sido realmente respetuoso con ella, o algo tan básico como "Aprecio que hayas descargado el lavaplatos sin suspirar ni poner los ojos en blanco".
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Mostramos respeto por un comportamiento positivo.
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Nuestro heredero recibe un refuerzo positivo de un cumplido sincero.
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Alentamos un rasgo positivo que se aplica a sí mismo.
Y no tiene que limitarse a los elogios verbales: deje una nota en la almohada o pegue una pegatina en la puerta.
Otro de los consejos básicos para la supervivencia de un hogar con adolescentes es que nunca debes esperar un cumplimiento inmediato. En un mundo de Google, obtenemos millones de respuestas instantáneas. Pero tu hijo necesita algo de tiempo para procesar todas las preguntas. Debes exponer tus preocupaciones (respetuosamente) y alejarte. Ellos lo procesarán poco a poco.
No hace mucho hablábamos sobre cómo ganarse el respeto de los alumnos en el aula, pincha y sigue leyendo.