El papel de los padres en la educación

profesor frente a los padres

Es común encontrarnos con la siguiente división: en el colegio el niño aprende los conocimientos teóricos mientras que en casa se lleva a cabo la educación en valores. Esta separación no es del todo real, ya que los niños van aprendiendo y desarrollándose de manera conjunta en la escuela y en casa. Es por ello que los padres no deben nunca desentenderse y dejar en manos de los profesores toda la labor de la educación académica de sus hijos, no se trata de que tengan que rehacer el trabajo que realiza el maestro en el aula, pero si es necesario que fomenten en ellos algunas actitudes que le serán de gran ayuda para su aprendizaje. De entre ellas cabe destacar las siguientes:

profesor y padres ambos educadores

Capacidad de esfuerzo: Es muy importante para que los hijos progresen en el ámbito académico el inculcarles desde pequeños la capacidad de esforzarse. Se trata de que los niños aprendan que cualquier cosa que quieran conseguir requiere un esfuerzo, que no los logros no llegan solos. Esto será de vital importancia en su posterior vida académica y profesional porque tendrán interiorizada la idea del esfuerzo y no se desanimarán fácilmente ante dificultades, ya que lo verán como algo natural y parte del proceso de conseguir una meta.
Valor del trabajo bien hecho: Este punto está bastante relacionado con el anterior puesto que al hacer entender a los hijos el valor del esfuerzo fácilmente entenderán que cuanto más esfuerzo y empeño pongan en algo más satisfacción obtendrán al final, y es que esta satisfacción proviene de haber obtenido un buen resultado. Fomentar en los hijos el gusto por las cosas bien hechas les llevará a ser buenos profesionales en el futuro y a obtener mayor satisfacción y por tanto felicidad en su trabajo.
Autoestima: La autoestima es probablemente la cualidad más importante que se debe inculcar en los niños, ya que no sólo le va a ayudar a mejorar su aprendizaje sino que es esencial para que pueda ser feliz en el futuro y que puedan conseguir aquello que se propongan. Para conseguir que los hijos adquieran esta cualidad es necesario alabarles siempre sus logros, haciendo hincapié en aquello que se les da mejor. Corregir sus errores es necesario y forma parte del proceso de aprendizaje, pero en cada corrección que se le haga a un niño se deberá destacar también algo que haya hecho bien, de esta forma se les transmitirá el mensaje de que en su trabajo siempre hay partes válidas y positivas.
Respesto a los profesores: Por último, algo también muy positivo para el aprendizaje de los niños es hacerles valorar la figura del profesor. Para ello es importante que los padres, a la hora de resolver dudas o ayudar a los hijos con los deberes, no cuestionen o pongan en duda la palabra de los profesores, o los desacrediten.
Debemos considerar todas las opiniones y valorarlas.