Estrategias docentes con alumnos de secundaria
En la etapa correspondiente a la educación secundaria (de 12 a 18 años) los alumnos pasan por un periodo complejo de cambios, por lo que será más complicado que centren su atención en los estudios. Sin embargo, se trata también de una etapa de gran potencial, es por ello que si se logra una suficiente estimulación y motivación, los resultados de los alumnos pueden ser muy positivos.
¿CUALES SON LAS ESTRATEGIAS MAS EFECTIVAS QUE APLICAR EN SECUNDARIA?
En primer lugar hay que definir qué es una estrategia docente:
Se trata de una secuencia breve de conductas que pone en práctica el profesor en el aula cuyo objetivo es que los alumnos aprendan antes, más y mejor.
Interacción visual
Es muy importante que el profesor establezca contacto visual con los alumnos. Se debe procurar siempre mirar a los ojos de los alumnos, para que éstos se sientan implicados, pero no más de 3 segundos a cada uno. Hay que recordar esto cuando se está escribiendo en la pizarra e intentar mirar a la clase siempre que sea posible.
Utilizar esquemas gráficos
Los esquemas u organizadores gráficos son muy útiles ya que ayudan a concretar la información y a relacionar conceptos entre sí, de esta forma la explicación se entenderá mejor.
¿Cómo responder a una pregunta?
Cuando un alumno realice una pregunta, el profesor debe esperar unos segundos en contestar (para que el resto de alumnos tenga tiempo de asimilar la información) mientras se dirige a la diagonal de la clase. Una vez allí es momento de responder a la pregunta, de esta forma implica a todos los estudiantes en la respuesta.
Ubicación en el aula
Cuando el profesor esté dando información nueva, debe situarse delante de la clase e irse desplazando de izquierda a derecha. En caso de que los alumnos estén trabajando, ya sea en grupo o individualmente, lo correcto es que el profesor se vaya paseando aleatoriamente por el aula.
Manejar distintos niveles de abstracción
Este punto es esencial, y hace referencia a que el profesor debe explicar siempre al nivel técnico más alto posible, e irse autoregulando según perciba si la información se entiende o no. En cuanto sea consciente de que los alumnos no están siguiendo la explicación, debe bajar el nivel de abstracción a uno más sencillo, y si por el contrario percibe que todos la entienden, subir en complejidad.
Velocidad de la explicación
La velocidad de la explicación debe ser la adecuada para que todos los alumnos puedan seguirla, pero sin ser demasiado lenta. Aproximadamente se ha calculado que la velocidad óptima ronda las 120 palabras por minuto.