FORMAS DE PREVENIR EL RESFRIADO EN LOS NIÑOS

Beber abundante líquido

Beber líquido es beneficioso para prevenir el contagio de resfriados, si bien no los evitará en su totalidad, contribuirá a dificultarlos. Nuestros hijos e hijas deben beber mucho agua en casa, pero también pueden llevarse una botella a la escuela para mantenerse hidratado durante las horas de clase.

Lavarse las manos

Los niños, especialmente los más pequeños, están acostumbrados a tocarlo todo y en muchas ocasiones llevarse las manos a la boca. Esta es la principal fuente de contagios, por ello, acostumbrar a nuestros hijos a lavarse las manos frecuentemente evitará en buena medida los resfriados y gripes. En el colegio no hay posibilidad de lavarse muy a menudo, pero al menos durante el recreo sí que conviene que se laven bien las manos con agua y jabón.

Vitamina C

La vitamina C es un potente activo para tratar cualquier enfermedad, ya que actúa activando la respuesta inmunológica. En esta época del año es conveniente incluir en la dieta alimentos que contengan esta vitamina, tales como naranjas, limones, kiwis, pimientos verdes o espinacas.  

Zinc

Hay estudios que demuestran que el Zinc es eficaz en la prevención y tratamiento de los resfriados. Sin embargo, se debe tener cuidado con este mineral, ya que en dosis elevadas puede ser perjudicial para el estómago. Sin embargo, podemos considerar la posibilidad de administrárselo a nuestro hijo especialmente durante las 24 primeras horas de la enfermedad, eso sí, siempre bajo consulta médica.  

Ropa adecuada

Los cambios bruscos de temperatura son una de las principales causas que propicia el contagio de resfriados. Es difícil evitar esto ya que el otoño es una época de temperatura variable, pero si es posible minimizar el impacto de este hecho sobre nuestros hijos. Deberán llevar ropa adecuada a la temperatura ambiental, no siendo conveniente ir excesivamente abrigado. La ropa de tejidos térmicos, que mantienen el calor corporal pero permiten la transpiración son muy adecuadas, así como varias capas de ropa para que el propio niño pueda adaptarse al frío o calor que sienta.